miércoles, 15 de junio de 2011

CARACTERISTICAS DEL OLD PARR

Acercarse a un whisky legendario, plagado de anécdotas que harían temblar a otras marcas y que representa como ningún otro el espíritu escocés, es todo un placer. Old Parr es un fruto epicúreo de la excelencia de los hermanos Greenlees —que a su vez se inspiraron en la figura de Thomas Parr quien, dice la leyenda, vivió hasta los 150 años; incluso se dice que Carlos I le exigió conocer su secreto de longevidad, a lo que él respondió con cierta ironía que los vegetales eran los culpables—, que desde hace más de un siglo crearon un preciso proceso artesanal para producir el whisky de manera manual y que todavía se considera innovador. Esas suculentas maltas que forman el cuerpo de Old Parr se producen en la destilería Cragganmore en Escocia. Su notable sabor (que lo tiene como una de las marcas más vendidas en Colombia, Venezuela, México y Japón) relampaguea en paladar gracias a su artera mezcla de whiskys jóvenes con componentes de gran añejamiento, lo que termina dando un balance de armonía y de sabor vivaz.



La bebida oficial del Carnaval de Barranquilla (al que Old Parr transforma en bacanal) brilla antes de pasar al esófago como una suavidad y textura casi de terciopelo que, pasado el primer trago, se apresura el segundo sin tener en mente el freno. Después del tercero, el líquido se disfruta con mente abstraída en algún paraje natural del campo mexicano. Si no están de fiesta y tienen una botella regordeta de Old Parr, escuchen la Sonata para piano no. 19 en Sol menor op. 49/1, de Beethoven (sobre todo su andante que embona a la perfección con el inconfundible carácter de este whisky). Sí, Old Parr tiene espíritu zen. Su precio en Guadalajara es de 40

No hay comentarios:

Publicar un comentario