miércoles, 15 de junio de 2011

JOHNNIE WALKER



En 1820, con tan solo 15 años, John Walker dio el primer paso para consolidar lo que hoy es una gran dinastía, se hizo cargo del negocio de la familia, un almacén de granos, vinos y whisky escocés. John era conocido por hacer las mejores mezclas de té y decidió utilizar los mismos principios para la elaboración de whisky, fue así como obtuvo un sabor refinado que lo hacía diferenciarse de los demás.
La casa Walker creó un nuevo “blend” que llamó inicialmente “Old Highland Whisky” y que después se convertiría en Johnnie Walker Black Label, gracias a la determinación de la familia de crear un whisky “con tal calidad que nadie pueda igualarlo”. Esta elaboración nace a partir de los 40 mejores whiskies de malta y grano, madurados durante un mínimo de 12 años en barricas de Roble, recogiendo así la personalidad única y distintiva de las cuatro regiones principales de Escocia.
En 1909, como consecuencia de la perfecta mezcla de los 35 mejores whiskies de grano y malta nació, Johnnie Walker Red Label. Con notas a frutas frescas, vainilla y tierra ahumada que hacen que este whisky sea perfecto para mezclar.
La calidad, innovación y exclusividad fueron una constante en el espíritu creador de la familia Walker, dando nacimiento al portafolio Premium de la marca. Así es como nace la estrella de la casa, Johnnie Walker Blue Label, un whisky para verdaderos conocedores. Su calidad y excepcional maduración tipifica el poder, estilo y sabor lo convierten en uno de los mejores whiskies del mundo.
Alexander Walker II, nieto de John Walker, en conmemoración del centenario de la marca (1820 – 1920) crea Johnnie Walker Gold Label. Una mezcla especial de 15 variedades más exclusivas de maltas -en la que destaca el Clynelish- y finos granos seleccionados de los más importantes campos de Escocia. Con una maduración de 18 años.
Doce años después, nace Johnnie Walker Swing de tono oro viejo y una dulzura casi perfumada, el cual se obtiene a partir de la mezcla de 35 whiskies de malta y de grano. Este blend captura el glamour y sofisticación de los años 30.
La continúa búsqueda de sabores exclusivos llevan al nacimiento de Johnnie Walker Green Label. La unión de sus elementos crea un dinámico y suave sabor con un corazón dulce que evoca la miel del brezo, las frutas y las especias aromáticas. Su maduración es de 15 años.
Sin duda alguna Johnnie Walker, el caminante seguirá su marcha, adelantándose y desafiando al tiempo y al espacio, buscando marcar historia en cada siglo con el mejor whisky del mundo.

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